Era un pequeño
colgante con una llave de plata y una flor, era precioso enseguida me lo puse.
Había algo más, un pequeño papelito con una dirección. Me sonaba la dirección
pero no la reconocía decidí seguir hasta ella, llegué y recordé porque me
sonaba el lugar, es el lugar donde solían ocurrir los cuentos que mi abuelo me
solía contar de pequeña, él siempre soñó con visitar Londres y sabía más que
nadie sobre ella pero nunca llegó a conocerla, tenía una foto de una tienda de
antigüedades de esa zona, esa era la dirección. Entré, no había nadie así que
me puse a mirar y un pequeño joyero de metal me llamó la atención tenía el
dibujo de una rosa, muy parecido al de la llave, me descolgué el colgante de
cuello e lo introduje en la cerradura encajaba perfectamente giré la llave tres
vuelta y media hasta que la pude abrirlo, dentro había una sobre gris con una
rosa dibujada, no había nada más, cogí la carta que a diferencia de las demás
pesaba un poquito, por instinto me lo lleve a la nariz, olía a canela. Lo abrí,
en él se encontraban un fotos de París, Roma, España y Nueva York, eran fotos
preciosas y cada una de ellas tenía algo especial, aunque no sabría decir el
qué, no encontré ningún papel en el sobre. En ese momento una foto resbaló de
mis manos y fue a parar al suelo boca abajo, me di cuenta de que ponía algo, di
la vuelta a todas las fotos y conseguí formar la frase:
Enhorabuena, pide tu libro aquí,
has ganado y
la verdad me ha encantado jugar contigo,
ojalá algún día nos
conozcamos.
Que nadie te quite la sonrisa.
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