Gente Maravillosa

viernes, 21 de septiembre de 2012

Me sonrojé...



Me sonrojé aquella carta me hacía sentir tan especial, decidí seguir las pistas, pero antes me dirigí a la floristería de la madre de Roxy, pasé.
- Hola Suzanne, ¿podría dejarte esto aquí?                                                     
- Ah, hola, pasa Elle, déjamelo por aquí                                                                 
- Gracias, hasta luego – me despedí y abrí la puerta para irme, siempre sonaban esas campanitas a Roxy y a mí nos encantaba jugar con la puerta para que sonaran cuando éramos pequeñas .
Me dirigí a la parte sur del parque como me indicaba la carta y cerca del “Pozo de los tres deseos” había un ramo enorme de rosas azules y blancas, era precioso me acerque  y dentro del ramo había otra carta, esta vez con el sobre azul, me la aproximé a la nariz y para mi sorpresa olía a violetas, sé tanto sobre olores y flores por la madre de Roxy y porque mi abuela tenía una jardín enorme lleno de un montón de flores en España. Lo abrí y lo primero que me encontré fue una foto de un café parisino que había cerca del parque. Leí la carta:
 Vas por buen camino, espero que te hallan gustado las flores son para ti. Seguro que ya has visto la foto, París es una ciudad preciosa, pero como no te puedo dejar la siguiente pista allí, este sitio lo sustituirá, ve a este lugar y la próxima pista encontraras.
Esta no rimaba pero me encantó, metí la carta en mi bolso junto a la otra, cogí el ramo de flores y me dirigía a aquel café. No tardé mucho en llegar, estaba sonando en la radio una canción antigua de los Backstreet Boys, me encantaba esa canción, empecé a tararearla. De repente un camarero un camarero me paró por sorpresa, tal fue mi asombro que di un paso hacia atrás como reflejo, este me señaló un mesa donde había un batido de fresa al lado de un sobre rosa, me acerqué a la mesa y me senté di un sorbo al batido, que esta delicioso y mi curioso corazón me obligó ha oler el sobre, olía a un aroma de coco muy dulce pero nada empalagoso, noté algo dentro, algo pequeñito y me entró la curiosidad y la abrí. 


viernes, 14 de septiembre de 2012

Terminé mis ejercicios...


Terminé mis ejercicios a las seis y media, corrí escaleras arriba con el gatito en brazos para cambiarme , me puse un conjunto muy coqueto, falda blanco con rosas rojas hasta la rodilla, camiseta blanca, rebeca roja, ya que hoy no hacía tanto frío y unas bailarinas a juego con la rebeca y para terminar una trenza lateral. Metí al gatito en una cestita blanca para peluches que era de su tamaño, cogí las llaves, el teléfono, mi guitarra y salí de casa. El parque está a unos diez minutos de mi casa en coche, andando tardo un poco más, cruzar Londres todos los días es precioso, la ciudad en sí tiene una hermosura digna. Me senté en un banco muy cerca de mi árbol dejé la guitarra a un lado y la cesta con el gatito a otro, no sabía exactamente donde estaría el anónimo con mi libro. De repente Bo saltó de la cestita, (le he apodado así al pequeño minino) corrí tras él no demasiado ya que alguien le estaba acariciando. Era él, el chico de ayer, era una escena muy tierna, pero no podía quedarme contemplando aquello, Bo era mío y lo iba a recuperar. 
-Disculpa
Subió la mirada hacia mí, era tan guapo y tenía unos ojos azules hechizantes, pero no me iba a gustar solo por eso para enamorarme tendría que hacer más cosas que ser guapo.
-Lo, siento - se disculpó – es un gatito precioso.
Observé cómo se levantaba, vestía unos vaqueros del color de sus ojos algo holgados, una camiseta blanca con el dibujo de un monopatín en el medio y una sudadera con un estampado geométrico, yo me fijo mucho de cómo viste la gente  y a partir de eso me hago una idea de cómo son, el parecía un chico tierno pero con un estereotipo duro. Volví al banco y nadie se había llevado mi guitarra menos mal, volví a meter a Bo en la cesta pero dentro se encontraba una sobre blanco, lo saqué y me lo acerque olía a rosas era un olor tan dulce y agradable, lo abrí corrompida por la curiosidad, la carta decía:
Hubo una vez una preciosa chica que un preciado libro perdió, una historia de amor contaba y si ella lo quisiese recuperar este juego deberá superar, encuentra todas las pistas y esta bonita obra hallaras. Flores de todo tipo hay en este inmenso parque pero unas en especial deberás encontrar, no muy lejos de la entrada sur las podrás encontrar y una nueva pista a tu bolsillo irá.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Era todo un...


Era todo un lujo vivir en Londres pero echaba cosas de menos de España, la comida, los horarios... Vine aquí a los cuatro años y solo vuelvo a España de vacaciones , allí esta toda mi familia y amigas, pero aquí tengo más amigas. A Roxy la conocí cuando estábamos las dos de vacaciones en España y dio la casualidad que vivíamos muy cerca, eso fue hace ocho años. Tengo más amigas del barrio, del antiguo colegio y del nuevo instituto pero no soy la persona más popular de todas. Con mis amigas soy más natural, cuando hay chicos no tanto. Eso me pasa por ser tan tímida, con el único que me siento a gusto es con Eric, es vecino del barrio y del instituto, es mi amigo desde hace años, es muy guapo y tiene fama de mujeriego, pero yo sé que no es así, tiene un buen corazón. Su hermana es una de mis mejores amigas, Lucie, no son de Londres, los dos nacieron en Francia y a los pocos años se vinieron aquí.  
Al terminar la película, me desperecé, me calcé y me puse a practicar mi baile final, que comenzaba con un Adagio. He practicado ballet desde que tenía cinco años y como dice Miss Dubois “Con su extraordinario talento, si sigue trabajando como hasta ahora podría llegar muy lejos, pero nunca lo olvide, los sueños no son nunca fáciles de alcanzar”. Me habían elegido como protagonista en "La bella y la Bestia" que se interpretaría en el Royal Albert Hall, era mi papel más importante hasta ahora y quería estar concentrada.

Un rayo de luz...



Un rayo de luz me desveló de mi bonito sueño, eran las nueve y media un poquito pronto, intenté volver a dormirme pero no lo conseguí, me levante y fui a la cocina, para mi asombro mis padres estaban desayunando juntos, había un vaso de leche y unas tostadas para mí, desayuné rápido, me cambié y me fui a correr un rato, durante las dos horas siguientes estuve todo el rato escuchando la misma canción “Drive by” de Train, me encanta esa canción desde que salió en el anuncio de San Miguel 00 .  Antes de  poder llegar a mi urbanización me encontré un gatito, parecía herido, me dio mucha pena y como sabía que mis padres no estaban en casa, me lo llevé y lo examiné, parecía haberse peleado, ya que tenía un arañazo en una patita y un mordisco en la oreja, ¿como un gatito tan pequeño se a podido pelear con otro?, le desinfecte la heridas y le puse una venda en la patita, bien sujeta para que no se le soltase, en la oreja le puse nada más que una tirita, ya que no sabía dar puntos. Me puse a hacer la comida ya que era la una y media, mis padres habían salido todo el día y no volverían hasta mañana, decidí no complicarme la vida y me hice unos huevos fritos con un poco de ensaladilla rusa, que ya estaba preparada, comí en un cuarto de hora, mientras tanto el gatito no paraba de mirarme con ojos ansiosos, se notaba que tenía hambre así que le prepare un cuenco de leche y unas galletas hechas trocitos. Puse al gatito en una cesta con un cojín y a los pocos minutos ya estaba durmiendo, tumbé en el sofá del salón y me puse una película “Tres metros sobre el cielo”, es una película española y por eso aquí llegó más tarde el doblaje no es muy bueno, yo prefiero verla en español.




No sonaba de...




No sonaba de una persona muy sensata pero por lo menos sabía que lo tenía alguien y que podía recuperarlo, ya estaba más tranquila, me duché rápidamente y bajé a cenar, a la mesa solo estaba mi padre, normalmente es lo que pasaba, mi madre trabajaba siempre y le llevábamos todas las noches la cena a su despacho. Se levantaba la primera desayunaba y se iba al trabajo, llegaba a las ocho de trabajar y se metía siempre en su despacho y así un día tras otro. No sé lo que le pasa últimamente por que cuando era pequeña siempre la tenía encima y eso me encantaba, me hacía sentirme especial, mi padre tampoco me quitaba los ojos de encima, pero ahora que he crecido ya no recibo tantas atenciones, sobre todo de mi madre. Cenamos en silencio solo se oía el ruido de los cubiertos, la jarra de agua y algún ¿quieres más? Hoy le tocaba a mi padre fregar, recogí yo, me despedí de los dos con un beso de buenas noches. Me metí en la cama y empecé a leer un libro que había descubierto aquella misma tarde en la biblioteca, era antiguo pero Merche me lo recomendó, Mercedes es la bibliotecaria desde que me alcanza la memoria, es una buena mujer y es como mi consejera. Se llamaba "La perla”,leí apenas una par de capítulos hasta que me  dormí. Soñé con un gran lleno de hojas caídas del color de esta estación y un pequeño columpio blanco con una forma peculiar, colgado de un árbol. 





miércoles, 5 de septiembre de 2012

Volvía a casa...





Volvía a casa por el mismo camino de siempre cuando me lo encontré a él con otra chica, no sabía cómo se llamaba pero la verdad me gustaba, en ese momento mi rostro entristeció sin yo darme cuenta, esa chica me sonaba, sí era Alice, la conocía del instituto coincidíamos en música, era un año más mayor que yo, había repetido, era bastante peculiar lucía un pelo pelirrojo oscuro y unos ojos verdes amarronados, no era en absoluto fea, era todo lo contrario a mí, se parecía en muchas cosas a Roxy. Caminé lo más rápido posible, Alice ya no estaba con él lo que me aliviaba pero aún así estaba triste, tan concentrada iba en mis pensamientos que no  me fijé en que se me había caído el libro de las manos y alguien lo había recogido.  Llegué a casa, estaba sudando no sé si era por aquella escena que había vivido o porque me había abrigado demasiado para un día de otoño.  Había sido un fresco día de otoño, algunos días me los pasaba enteros en el parque, con mi portátil, mi música, mi lectura o conmigo misma y mis pensamientos. Desde muy pequeña había ido a ese parque y poco a poco la gente se había ido, había venido nueva, nuevas caras, nuevas voces…  Abrí la puerta del jardín y entré a casa, mi padre estaba preparando la cena, una ensalada de pasta y un poco de pescado a la plancha,  mi padre era todo un chef aunque trabajaba como arquitecto. Mi madre se encontraba en su despacho trabajando como siempre, con un “Hola, Mamá” bastaba, total mucho caso no me haría. Subí las escaleras de caracol, que pusieron por petición mía hace muchos años. Entré en mi habitación estaba precisamente colocada como yo quería, dejé con cuidado todas las cosas sobre mi escritorio y en ese momento me di cuenta que me faltaba unos de los libros “Cállame con un beso”. ¡Dios mío! Lo había perdido que desastre, ojalá lo encuentre una persona sensata y me lo devuelva. De repente un pitido me sobresalto, había recibido un mensaje, era anónimo:

Tengo tu precioso libro de Blue Jeans, si 
quieres recuperarlo ve al parque mañana     
 cuando sean las 19:00, se puntual. 





martes, 4 de septiembre de 2012

Aquel día yo...




 Aquel día yo estaba en mi árbol, con aquel dulce libro al que apenas podía prestarle atención desde que mi mirada fijó un solo objetivo. Desbloqueé mi Ipad y puse la música un poco más baja para poder concentrarme, estaba sonando “River Flows in You”, seguí leyendo y por fin pude volver a meterme en la piel de Paula, contaba su vida en Londres lejos de Alex. De repente una suave brisa se levanto y mi gorro salió volando rápidamente me levante e intenté cogerlo pero ya era tarde, allí estaba colgado de una rama demasiado para mi altura, era un gorrito verde, que aunque me quedara pequeño me empeñaba en ponérmelo ya que me lo regaló mi abuelo de pequeña, era de los pocos recuerdos que me quedaban de él.  Llamé a Roxana, mi mejor amiga para que me ayudara a cogerlo, tardó apenas diez minutos en venir desde su casa, entre las dos casi cogemos el gorro pero no lo logramos de ninguna de las maneras posibles. Roxy que no se corta, demasiado se acercó a un grupo de chicos mucho más mayores que nosotras para pedirles ayuda, uno de ellos medía, creo que más de dos metros, se acercaron todos y el alto consiguió cogerme el gorro que con amabilidad quiso dárselo a Roxy pero esta le dijo que no era suyo el gorro y me señaló a mí, el chico me lo dio y yo apenas pude susurrar un gracias que no se si llegó a oír, estaban todo demasiados  embobados con Roxy y no es de extrañar ya que mi amiga en vez de aparentar quince aparenta diecisiete, a mi apenas me echarían un año más de los que tengo, la verdad es que siempre pasaba igual, ella era la desarrollada, la guapa y la que se llevaba a todos los chicos, yo apenas había estado con uno que poco tiempo me duró. Es incómodo ver eso siempre y me suelo retirar a otra parte a pensar y dejarla a ella que elija pero suele venir detrás de mí a los pocos minutos supongo que eso es ser una buena amiga. Roxy me ayudó mucho al morir mi abuelo, en esos momentos estaba saliendo con un chico Mike creo recordar que se llamaba, ya que ella cambia de novios como de zapatos, no creo que se haya enamorado nunca o que crea en el amor, pero en esos días no estuvo apenas con él, se concentro en mí y eso me ayudó mucho a superarlo, yo más bien soy la amiga tímida y menos loca.